Y con tanto ruido no escucharon el final...

Se levantó aquella mañana, con la sensación de que algo estaba mal en su interior, sin saberlo exactamente, el no le dio importancia, tenía mucho que hacer, su vida estaba demasiado llena de quehaceres como para detenerse en pensar aquello...

El lunes siguiente, cumplió con sus obligaciones, y nada más terminar, se dio cuenta que esa sensación le volvía a su interior, se preguntaba ¿porque? si siempre eso había sido su vida, lo que de alguna forma le daba fuerzas para continuar, pero esa noche pensando...solo aquello que antes le traía alegrías ahora solo era una obligación más que no le aportaba nada, solo desgracia y perder el tiempo.

Pensaba también los buenos ratos, las risas, el hablar con aquella gente tan genial al principio y tan decepcionante al final, la ilusión perdida, el esfuerzo metido en aquello, para que? se preguntó. Para nada, para cada vez tenerle más tirria y más asco, algo que quería y que era media vida, ahora era algo extraño que con el paso del tiempo le habían arrebatado de cuajo con insultos, falsas esperanzas y tiempo mal empleado.

Pasaron los días y el siguió con su vida como si nada hubiese pasado en su interior, pero viendo cosas se dió cuenta de lo que debía hacer...no le gustaba ser uno más en el repertorio de los que se habían echado atrás, pero es que la vida y el centro del dolor habían echo que tomase la decisión final, el sabía que era lo mejor que podía hacer, aunque le doliese en el alma.

Así que se armó de valor, y fue a acabar con ello...con sus lágrimas en las mejillas, entró en aquel sótano, y bajando las escaleras se arrepintió, y se fue corriendo a su casa para pensar con tranquilidad, pero solo se dio cuenta de que el tiempo pasaba y la solución estaba en dejarlo todo, cortar de raíz y empezar una nueva etapa en su vida que le llenase más...pero dejar el pasado atrás y sobre todo cuando ha formado toda tu vida es francamente...muy dificil....